Abrera es un municipio situado en la comarca del Baix Llobregat, en la provincia de Barcelona. Se encuentra en la orilla derecha del río Llobregat, en una zona de transición entre la llanura y los primeros contrafuertes de la sierra de Montserrat. Históricamente, ha sido un punto de paso importante, marcado por la presencia de la antigua Vía Augusta y el Camino Real, y actualmente es un núcleo industrial y residencial bien comunicado con el área metropolitana de Barcelona.
Los orígenes de Abrera se remontan a la época romana, a pesar de que el primer documento escrito que menciona el topónimo data del año 844, refiriéndose a la zona como Abraria. El desarrollo medieval del municipio estuvo fuertemente ligado al Castillo de Abrera, documentado desde el siglo X, que ejercía control sobre el territorio y las rutas de comunicación. La población se fue agrupando alrededor de la iglesia de Sant Pere. Durante siglos, la economía fue eminentemente agrícola, basada en la vid y los cereales, hasta que en el siglo XX, su excelente ubicación geográfica propició un rápido crecimiento industrial y demográfico, especialmente a partir de la década de 1960.
Los restos del Castillo de Abrera se encuentran en lo alto de una colina, dominando el valle del Llobregat. Documentado desde el año 963, fue un punto estratégico clave durante la Edad Media. Actualmente, solo quedan ruinas, principalmente fragmentos de muros y la base de la torre maestra, pero su emplazamiento ofrece una vista panorámica de la zona.
La iglesia de Sant Pere es el templo principal del municipio. Aunque sus raíces son antiguas, el edificio actual es mayoritariamente fruto de reconstrucciones y reformas posteriores, especialmente después de los daños sufridos durante la Guerra Civil Española. Presenta elementos de interés arquitectónico y es el centro de la vida religiosa local.
Esta pequeña ermita, situada en un entorno natural, es un lugar de romerías y tradiciones locales. Aunque su estructura es sencilla, es un punto de referencia para los excursionistas y forma parte de diversas rutas de senderismo que recorren el término municipal.
Antigua masía de grandes dimensiones y relevancia histórica dentro del término municipal. Representa un ejemplo de la arquitectura rural catalana y, aunque ha pasado por diversas transformaciones, mantiene su valor patrimonial como testimonio de la época agrícola de Abrera.
Abrera se beneficia de su proximidad al río Llobregat, que marca su límite este, y de la influencia de la sierra de Montserrat al oeste. El entorno natural es rico en bosques mediterráneos y zonas de cultivo. El municipio cuenta con diversos caminos y rutas señalizadas que permiten explorar el entorno, como la subida al Castell d'Abrera o rutas que conectan con el Parque Natural de la Montaña de Montserrat. Estas rutas son populares para el senderismo y el cicloturismo, ofreciendo vistas de la montaña mágica y la llanura del Llobregat.
Abrera está excelentemente comunicada por carretera. Se puede acceder directamente a través de la Autovía A-2 (salida 580) y la Autopista AP-7. En cuanto al transporte público, aunque Abrera no tiene estación de tren propia de Rodalies, está muy cerca de la
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