Alcarràs es un municipio situado en la comarca del Segrià, en la provincia de Lleida. Es conocido principalmente por su intensa actividad agrícola, siendo uno de los centros productores de fruta dulce más importantes de Cataluña, destacando especialmente el melocotón. Su ubicación en el Pla de Lleida le confiere un paisaje dominado por campos de cultivo y frutales.
Los orígenes de Alcarràs se remontan a la época islámica, momento en que se consolidó como un núcleo de población bajo el nombre de Al-Qarràs. Tras la conquista cristiana de Lleida por Ramon Berenguer IV en 1149, Alcarràs pasó a formar parte de los dominios catalanes. A lo largo de la Edad Media, el pueblo estuvo vinculado a diversos linajes nobiliarios, formando parte de la Baronía de Alcarràs. Su historia ha estado marcada por su función como centro agrario, manteniendo esta vocación hasta la actualidad.
Esta es la iglesia principal del municipio. El edificio actual, de estilo neoclásico, fue construido en el siglo XVIII sobre los restos de una iglesia anterior. Destaca su fachada sencilla y su campanario. Es el centro de la vida religiosa y un punto de referencia arquitectónico en el núcleo urbano.
Del castillo medieval que dominó la población durante siglos, solo quedan algunos restos. Estas ruinas se encuentran integradas en la parte alta del casco antiguo, cerca de la iglesia parroquial, y testimonian la importancia estratégica que tuvo la villa durante la época de la Reconquista.
Situada fuera del núcleo urbano, esta ermita es un lugar de culto tradicional y un punto de encuentro para los habitantes de Alcarràs. Aunque el edificio ha sufrido diversas reformas a lo largo de los siglos, mantiene su valor como patrimonio religioso y cultural del municipio.
Conjunto de capillas y cruces que forman el tradicional Vía Crucis, situado en una pequeña colina desde donde se puede obtener una vista panorámica del pueblo y de los campos de frutales que lo rodean.
Alcarràs está inmerso en el paisaje típico del Pla de Lleida, caracterizado por la llanura fértil y la agricultura de regadío. El entorno natural está dominado por los campos de frutales (melocotones, peras, manzanas), que
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