Alella es un municipio de la comarca del Maresme, situado en la vertiente interior de la Sierra Litoral, a pocos kilómetros al norte de Barcelona. Es conocido internacionalmente por su tradición vinícola, siendo el corazón de la Denominación de Origen Alella, y por su paisaje marcado por los viñedos y las masías históricas.
Los orígenes de Alella se remontan a la época romana, con evidencias de villas dedicadas a la agricultura. La primera documentación escrita que menciona la parroquia de Alella data del año 975. Durante la Edad Media, la población creció alrededor de la iglesia de Sant Feliu. Históricamente, la economía ha estado fuertemente ligada al cultivo de la vid y a la producción de vino, una actividad que ha definido su paisaje y su identidad hasta la actualidad.
Templo de origen románico, aunque el edificio actual presenta una mezcla de estilos debido a las sucesivas reformas y ampliaciones. Destaca su fachada neoclásica y el campanario. Es el centro neurálgico del casco antiguo del municipio.
Edificio emblemático de estilo modernista, proyectado por el arquitecto Jeroni Martorell i Terrats e inaugurado en 1926. Su arquitectura es uno de los ejemplos más notables del patrimonio civil de Alella.
Una de las masías más antiguas y representativas del municipio, con elementos arquitectónicos que datan de diferentes épocas. Es un testimonio de la importancia de la vida rural y agrícola en la zona.
Masía histórica que actualmente acoge el Centro de Formación y Promoción de la DO Alella. Es un punto clave para entender la cultura del vino en el municipio y ofrece actividades relacionadas con el enoturismo.
Alella se encuentra estratégicamente situada entre la costa del Maresme y el Parque de la Serralada Litoral. Este entorno natural ofrece un paisaje de transición donde los viñedos se alternan con bosques de pinos y encinas. El Parque de la Serralada Litoral es ideal para la práctica de senderismo, rutas en bicicleta de montaña (BTT) y la observación de la flora y fauna mediterránea. Destacan las rutas que recorren los caminos de la DO Alella, permitiendo visitar bodegas y disfrutar de vistas panorámicas sobre el mar.
Alella es accesible principalmente por carretera. Se puede llegar desde Barcelona y Girona mediante la autopista C-32 (salida 92). También es accesible a través de la carretera N-II. El municipio dispone de servicios regulares de autobuses (operados por Sagalés) que conectan con Barcelona (Ronda de Sant Pere) y con las poblaciones vecinas del Maresme y el Vallès Oriental.
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