Altafulla es un encantador municipio costero situado en la comarca del Tarragonès, en la Costa Daurada. Es conocido por su tranquilidad, sus playas de arena fina y, especialmente, por su casco antiguo amurallado, la Vila Closa, y la importante Villa Romana dels Munts, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
La historia de Altafulla se remonta a la época romana, con la presencia de la Villa dels Munts, uno de los asentamientos rurales más importantes del entorno de Tarraco. Tras la caída del Imperio, la zona quedó despoblada hasta la repoblación medieval. El núcleo actual se desarrolló alrededor del Castillo de Altafulla, documentado desde el siglo XI. Durante la Edad Media y Moderna, el municipio estuvo bajo el dominio de varios linajes, siendo los Requesens y, posteriormente, los Montserrat, los Barones de Altafulla, quienes marcaron el desarrollo del pueblo y la construcción del actual castillo y la Vila Closa, que fue fortificada para proteger a los habitantes de los ataques piratas.
La Vila Closa es el núcleo histórico de Altafulla, declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Se trata de un recinto amurallado medieval muy bien conservado, con calles estrechas y edificios de piedra. El Castillo de Altafulla, o Castillo dels Montserrat, domina la Vila Closa. A pesar de ser de propiedad privada y estar habitado, su imponente estructura gótica y renacentista es visible y constituye el símbolo arquitectónico del municipio.
Esta es una de las villas romanas mejor conservadas de Cataluña y forma parte del conjunto arqueológico de Tarraco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La villa, que data del siglo I d.C., era una residencia de lujo de un alto funcionario romano y conserva restos de baños, mosaicos y estructuras residenciales.
Situada dentro de la Vila Closa, esta iglesia de estilo neoclásico fue construida en el siglo XVIII sobre la antigua iglesia medieval. Destaca por su fachada sencilla y su campanario cuadrado.
Este es un conjunto arquitectónico singular situado en primera línea de playa. Originalmente eran almacenes de pescadores y comerciantes, construidos directamente sobre la arena en el siglo XVIII. Hoy en día, son casas de veraneo que conservan el encanto tradicional del barrio marítimo.
Altafulla goza de un entorno natural privilegiado, enmarcado por la Costa Daurada. Sus playas, como la Playa de Altafulla y la Playa de Canyadell, son conocidas por su calidad. Uno de los puntos de interés natural más relevantes es la desembocadura del río Gaià, un espacio protegido que forma un pequeño humedal de gran valor ecológico, ideal para la observación de aves. En cuanto a rutas, el municipio está conectado con el Camí de Ronda (GR-92), que permite realizar excursiones costeras hacia Tarragona o hacia el norte, y también ofrece rutas de senderismo y BTT por el interior, hacia la zona de la ribera del Gaià.
Altafulla es accesible fácilmente por carretera a través de la Autopista AP-7 (salida 32) y la carretera nacional N-340. También dispone de una estación de tren (Altafulla-Tamarit) que forma parte de la red de Rodalies de Catalunya (líneas R13, R14, R15, R16), conectándola directamente con Tarragona, Reus y Barcelona.
***Para solicitar cambios, debes iniciar sesión.