Argençola es un municipio de la comarca de l'Anoia, situado en el extremo occidental de la comarca, haciendo frontera con la Segarra y la Conca de Barberà. Se caracteriza por ser un territorio de población dispersa, formado por diversos núcleos y masías, y por un paisaje típicamente rural de transición entre la Depresión Central Catalana y la Cordillera Prelitoral.
Los orígenes de Argençola se remontan a la época medieval, estando documentado por primera vez en el año 975, vinculado a la construcción de su castillo. Este punto estratégico formaba parte de la línea defensiva de la Marca Hispánica. El término estuvo bajo el dominio de diversos linajes nobiliarios a lo largo de los siglos, siendo los señores de Argençola los más destacados. Su historia está íntimamente ligada a la defensa y la explotación agrícola del territorio, manteniendo su carácter rural hasta la actualidad.
El castillo es el símbolo más importante del municipio. Aunque actualmente se encuentra en estado de ruina, conserva elementos significativos como la torre del homenaje de planta circular y restos de las murallas. Está situado en lo alto de una colina, dominando el paisaje y ofreciendo vistas panorámicas de la comarca. Su fundación data del siglo X.
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