Bellpuig es un municipio situado en la comarca del Urgell, en la plana de Lleida. Destaca por su rico patrimonio histórico, especialmente su castillo y el Convento de Sant Bartomeu, y por su ubicación estratégica en un entorno agrícola marcado por la presencia del Canal d'Urgell.
Los orígenes de Bellpuig se remontan a la época ibérica. Tras la conquista cristiana en el siglo XI, la villa fue otorgada a la influyente familia Anglesola, que construyó el castillo y ejerció un papel crucial en el desarrollo de la población durante la Edad Media. El siglo XVI fue particularmente importante con la fundación del Convento de Sant Bartomeu por parte de Ramon Folc III de Cardona, virrey de Nápoles, que dotó a la villa de un importante legado renacentista.
Antigua fortaleza medieval, hoy en ruinas, que domina la población desde una colina. Fue la residencia de los señores de Anglesola y, a pesar de su estado actual, conserva restos de muros, torres y la base de su estructura que testimonian su importancia estratégica e histórica.
Convento franciscano fundado en el siglo XVI. Es considerado uno de los ejemplos más destacados del Renacimiento catalán en la zona. Fue construido para acoger el magnífico mausoleo de Ramon Folc III de Cardona (actualmente conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, pero con una réplica a menudo visible en el convento o en la zona). El convento conserva su claustro y la estructura original.
Templo de estilo gótico, construido sobre una antigua iglesia románica. Destaca por su robustez y su arquitectura característica de la zona del Urgell. Es el centro espiritual de la villa y acoge la imagen del patrón local.
Plaza histórica que constituye el corazón del casco antiguo de Bellpuig, donde se encuentran edificios de interés y se realizan muchas de las actividades sociales y festivas del municipio.
Bellpuig se encuentra inmerso en el paisaje típico de la Plana de Lleida, dominado por la agricultura de regadío. El elemento natural y de ingeniería más significativo es el Canal d'Urgell, una infraestructura hidráulica vital que atraviesa el término municipal. Este canal y sus caminos de servicio asociados son utilizados para rutas de senderismo y cicloturismo, ofreciendo un recorrido plano y tranquilo a través de los campos de cultivo.
Bellpuig es fácilmente accesible por carretera a través de la Autovía A-2 (que conecta Barcelona y Lleida) y la carretera N-II. También dispone de una estación de tren que ofrece servicios regionales de Rodalies de Catalunya (línea RL3), facilitando la conexión con Lleida y otros municipios de la comarca.
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