Beuda es un municipio de la comarca de la Garrotxa, situado en el límite noreste de la comarca, cerca de la zona de interés natural de la Alta Garrotxa. Se caracteriza por un poblamiento disperso, formado por diversos núcleos (como Palera y Lligordà), y un paisaje eminentemente rural y montañoso, ideal para el turismo tranquilo y de naturaleza.
Las primeras referencias documentales de Beuda se remontan al siglo X (año 977), cuando aparece mencionada en documentos eclesiásticos. Históricamente, el municipio estuvo ligado a la Baronía de Beuda, con su centro de poder en el Castillo de Beuda. Su historia está íntimamente ligada a las iglesias románicas y a los núcleos rurales que la conforman, destacando la importancia del monasterio de Sant Sepulcre de Palera durante la época medieval.
Uno de los conjuntos románicos más destacados de la Garrotxa. Documentado desde el siglo XI, destaca por su iglesia de tres naves y su valor histórico como antiguo monasterio agustiniano. Es un lugar de gran interés arquitectónico y un punto de peregrinación tradicional.
Iglesia parroquial del municipio, de origen románico (siglo XII), aunque ha sufrido modificaciones posteriores, especialmente en el siglo XVIII. Conserva elementos arquitectónicos originales y es el centro del núcleo principal de Beuda.
Los restos del antiguo castillo, documentado desde el siglo XI, se encuentran en lo alto de una colina que domina el valle. Actualmente solo quedan muros y cimientos, pero su ubicación ofrece una vista panorámica excelente del entorno rural.
Iglesia románica situada en el núcleo de Lligordà, una de las entidades de población de Beuda. Es un ejemplo de la arquitectura religiosa rural de la zona.
Beuda se encuentra en una zona de transición entre la llanura de Olot y los relieves prepirenaicos de la Alta Garrotxa, un espacio natural protegido (PEIN). El entorno es rico en bosques de encinas, robles y pinares. El término municipal es atravesado por diversos torrentes que desembocan en el río Fluvià, que marca el límite sur del municipio. Es un punto de partida excelente para rutas de senderismo y BTT que exploran los caminos rurales y conectan con los pueblos vecinos de la Garrotxa y el Pla de l'Estany.
El acceso principal a Beuda se realiza por carretera. Desde la C-66 (que conecta Olot y Banyoles), hay que tomar el desvío hacia Besalú y, posteriormente, coger la carretera local GI-523, que atraviesa el municipio y conecta los diferentes núcleos de población. Se recomienda el uso de vehículo privado, ya que el municipio no dispone de servicio de transporte público regular de autobús o tren.
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