Calella es un municipio costero situado en la comarca del Maresme, conocido como la capital turística de la Costa del Maresme. Destaca por sus extensas playas de arena dorada, su patrimonio histórico y la proximidad al Parque Natural del Montnegre y el Corredor, ofreciendo una combinación de ocio, cultura y naturaleza.
Los orígenes de Calella se remontan a la época medieval, aunque el núcleo urbano actual se consolidó principalmente a partir del siglo XVIII. Inicialmente, la economía se basaba en la pesca y la agricultura, especialmente la producción de vino. Durante los siglos XVIII y XIX, Calella experimentó un crecimiento notable gracias al comercio marítimo y la industria textil. Su transformación en un centro turístico de primer orden comenzó a mediados del siglo XX, convirtiéndose en un referente del turismo de sol y playa en Cataluña.
Construido en el año 1859, es el elemento más emblemático de la ciudad. Está situado en lo alto de un promontorio rocoso, el Capaspre, y ofrece vistas panorámicas de la costa del Maresme. Su entorno acoge un centro de interpretación que explica la historia de las comunicaciones marítimas y terrestres.
Templo parroquial de estilo mayoritariamente barroco, con elementos neoclásicos. Su construcción se inició en el siglo XVIII sobre una estructura anterior. Destaca la fachada, atribuida al escultor Joan Roig i Solé, y su campanario cuadrado.
Dos antiguas torres de telegrafía óptica del siglo XIX, que formaban parte de la línea de comunicación militar entre Barcelona y Girona. Están situadas cerca del Faro y son un testimonio histórico de las comunicaciones preindustriales en Cataluña.
Un museo único dedicado a la historia global del turismo, desde sus inicios hasta la actualidad. El MUT explora el impacto social, cultural y económico del turismo a nivel mundial, con un enfoque especial en la evolución de la Costa Catalana.
El Patio del Oso es un espacio histórico que forma parte del casco antiguo. La Calle de la Iglesia es el eje comercial tradicional de la ciudad, donde se pueden observar edificios con elementos arquitectónicos de los siglos XVIII y XIX.
Calella se encuentra en una posición privilegiada, con el mar Mediterráneo al sur y la Sierra Litoral al norte. La ciudad es la puerta de entrada al Parque Natural del Montnegre y el Corredor, un espacio protegido que ofrece numerosas rutas de senderismo y BTT que permiten explorar bosques de pinos y encinas. La zona de Les Roques, al suroeste del Faro, es un espacio natural de playas y calas más salvajes y rocosas, contrastando con las grandes playas urbanas (Playa Grande y Playa de Garbí).
Calella es fácilmente accesible desde Barcelona y Girona. Por carretera, se llega mediante la autopista C-32 (salida Calella/Pineda) y la carretera N-II. En cuanto al transporte público, Calella dispone de una estación de tren integrada en la línea R1 de Rodalies de Catalunya, que conecta directamente con Barcelona (Plaza de Cataluña) y otros municipios costeros.
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