Callús es un municipio de la comarca del Bages, en la provincia de Barcelona, situado a la izquierda del río Cardener, poco antes de su confluencia con el Llobregat. El pueblo se caracteriza por su entorno natural y su rico patrimonio histórico, especialmente ligado al antiguo castillo medieval que dominaba la zona.
Los orígenes de Callús se remontan a la alta edad media. La primera referencia documental fiable data del año 905, cuando se menciona el lugar en relación con el Castillo de Callús, que fue el núcleo fundacional del municipio. Este castillo tuvo un papel importante como punto de defensa y control fronterizo durante la Reconquista. La vida del pueblo giró históricamente alrededor de la parroquia de Sant Sadurní y las actividades agrícolas, especialmente la viña, que ha marcado profundamente el paisaje del Bages.
El Castillo de Callús es el monumento más emblemático del municipio. Aunque actualmente se encuentra en estado de ruina, los restos permiten intuir su antigua importancia estratégica. Documentado desde el siglo X, fue un punto clave en la defensa del condado de Manresa. Los restos se encuentran en lo alto de una colina, ofreciendo vistas panorámicas del valle del Cardener.
Esta es la iglesia principal del núcleo urbano. A pesar de tener orígenes románicos, el edificio actual es fruto de diversas reformas y ampliaciones posteriores, especialmente de los siglos XVII y XVIII. Conserva elementos de interés arquitectónico y es el centro de la vida religiosa del pueblo.
Antigua iglesia románica, documentada desde el siglo XI, situada cerca del río Cardener. Es un ejemplo de arquitectura religiosa rural, con una nave única y un ábside semicircular. A pesar de las modificaciones posteriores, mantiene gran parte de su estructura original románica.
El centro histórico de Callús conserva la estructura de callejones estrechos y casas antiguas que reflejan el crecimiento del pueblo alrededor de la iglesia parroquial y el camino real.
Callús está inmerso en el paisaje típico del Pla de Bages. El río Cardener atraviesa el término municipal, siendo un elemento vital tanto para el ecosistema como para la agricultura local. El entorno es predominantemente agrícola, con campos de cereales e, históricamente, viñedos. Hay diversas rutas de senderismo y cicloturismo que aprovechan los caminos rurales y las orillas del Cardener, conectando Callús con otros puntos de interés como la Séquia de Manresa (aunque la Séquia no pasa directamente por el núcleo, su influencia en el entorno es notable).
Callús es accesible principalmente por carretera. Se encuentra muy cerca de Manresa, la capital comarcal. Las principales vías de acceso son la carretera C-55 (que conecta Manresa con Solsona) y la proximidad al Eje Transversal (C-25), que facilita la conexión con el resto de Cataluña.
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