Campdevànol es un municipio de la comarca del Ripollès, situado en la confluencia de los ríos Freser y Rigard con el Ter. Tradicionalmente ligado a la industria metalúrgica y textil, hoy en día destaca por su rico patrimonio natural, siendo la puerta de entrada a numerosas rutas de montaña y espacios de alto valor paisajístico, como la famosa Ruta dels Set Gorgs.
Los orígenes de Campdevànol se remontan a la época medieval. La primera documentación fiable data del año 885, cuando el territorio era parte de los dominios del Monasterio de Sant Joan de les Abadesses. Durante siglos, la vida del pueblo estuvo estrechamente ligada a la explotación de los recursos naturales, especialmente el hierro. A partir del siglo XVIII, la instalación de fraguas y, posteriormente, de colonias industriales (como la Farga de Bebiè), marcó profundamente el desarrollo económico y demográfico del municipio, convirtiéndolo en un centro industrial clave del valle del Ter.
La iglesia actual es una reconstrucción de estilo neoclásico, ya que el edificio original fue destruido durante la Guerra Civil Española. Está dedicada a Sant Cristòfol (San Cristóbal), patrón del municipio, y constituye el centro espiritual de la villa. Destaca por su sencillez y su integración en el núcleo urbano.
Esta pequeña ermita románica, documentada desde el siglo XII, se encuentra en un entorno natural privilegiado, a poca distancia del núcleo urbano. A pesar de las modificaciones posteriores, conserva elementos originales del románico rural, siendo un punto de interés histórico y un lugar popular para encuentros locales.
Aunque la colonia industrial de la Farga de Bebiè se encuentra administrativamente repartida entre Campdevànol y Sant Joan de les Abadesses, es un testimonio fundamental del pasado industrial de la zona. Esta antigua colonia textil y metalúrgica, con su iglesia y viviendas obreras, representa un ejemplo bien conservado de la arquitectura industrial catalana del siglo XIX y principios del XX.
El centro histórico de Campdevànol, a pesar de haber sufrido transformaciones, conserva la estructura de pueblo de montaña con calles estrechas y casas de piedra, reflejando su historia como punto de paso y centro industrial.
Campdevànol es un destino ideal para los amantes de la naturaleza. El municipio está rodeado de bosques de pino y haya y es atravesado por diversos cursos fluviales. Su entorno es parte de las sierras prepirenaicas y ofrece una gran variedad de rutas de senderismo y BTT.
Esta es la atracción natural más conocida de Campdevànol. Se trata de un itinerario circular que recorre siete saltos de agua y sus respectivas pozas (gorgs) a lo largo del torrente de la Cabana. Es una ruta de dificultad moderada que permite disfrutar de paisajes fluviales espectaculares. El acceso está regulado, especialmente durante la temporada alta, para garantizar la conservación del espacio.
Campdevànol forma parte de esta vía verde que sigue el antiguo trazado del ferrocarril que unía Ripoll con Sant Joan de les Abadesses. Es una ruta plana y accesible, ideal para hacer a pie o en bicicleta, que conecta el patrimonio industrial y natural de la comarca.
Campdevànol es accesible principalmente por carretera a través de la N-260, que conecta con Ripoll y la Cerdanya. También es accesible mediante transporte público, ya que dispone de una estación de tren que forma parte de la línea R3 de Rodalies de Catalunya (Barcelona - Puigcerdà/La Tour de Carol), facilitando la conexión con la capital catalana y otros municipios del Ripollès.
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