Canet d'Adri es un municipio de la comarca del Gironès, situado al noroeste de la ciudad de Girona. Se caracteriza por su entorno natural montañoso, dominado por el Macizo de Rocacorba, y por su rica herencia románica, fruto de la unión de diversos núcleos históricos como Adri, Montcal y Rocacorba. Es un destino ideal para los amantes del senderismo, el cicloturismo y la tranquilidad rural.
El término de Canet d'Adri tiene sus orígenes en la época medieval, con las primeras referencias documentales que datan del siglo X (alrededor del año 940 d.C.), cuando se mencionan las iglesias de Sant Vicenç de Canet y Sant Llorenç d'Adri. Históricamente, el municipio actual se formó por la agregación de diversos entes locales que compartían el dominio del Macizo de Rocacorba. La vida en el municipio ha estado tradicionalmente ligada a la explotación forestal, la ganadería y la agricultura de montaña, conservando un importante patrimonio arquitectónico románico.
Es la iglesia parroquial del núcleo principal. De origen románico (siglo XII), ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los siglos, especialmente durante el periodo gótico y barroco. Conserva elementos románicos destacables, como su estructura y parte de la portada.
Situado en la cima del Macizo de Rocacorba (929 m), es uno de los puntos más emblemáticos y visibles del municipio. El santuario es un importante centro de devoción y peregrinación. El edificio actual data principalmente de los siglos XVII y XVIII, aunque su fundación es anterior. Desde el santuario se ofrecen vistas panorámicas espectaculares sobre el Gironès, la Garrotxa y, en días claros, hasta el mar.
Esta iglesia, situada en el núcleo de Adri, es otro ejemplo notable del románico rural catalán (siglo XII). Conserva su estructura original, con una sola nave y ábside semicircular. Forma parte del conjunto histórico que da nombre a una parte del municipio.
Junto al santuario de Rocacorba se encuentran los restos del antiguo castillo medieval. Aunque actualmente solo quedan vestigios, su presencia testimonia la importancia estratégica de este punto elevado durante la Edad Media.
Canet d'Adri está inmerso en un entorno natural privilegiado, dominado por el Macizo de Rocacorba, que actúa como transición entre la llanura del Gironès y las sierras prepirenaicas. Este macizo es un espacio de interés natural y es especialmente conocido por ser un punto neurálgico para el cicloturismo. La subida a Rocacorba es una ruta mítica y exigente, utilizada a menudo por ciclistas profesionales. El municipio ofrece numerosas rutas de senderismo que permiten explorar bosques de encinas y robles, así como disfrutar de la tranquilidad del Valle de Llémena, con el que limita.
Canet d'Adri se encuentra a unos 15 kilómetros al noroeste de Girona. El acceso principal es por carretera, ya que el municipio no dispone de estación de tren. Se llega desde la capital gerundense a través de la carretera local GI-531 o la GI-532, que conectan con el Valle de Llémena. La proximidad a la autopista AP-7 (salida Girona Oeste) facilita el acceso desde otros puntos de Cataluña.
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