Castellfollit de la Roca es uno de los municipios más icónicos de Cataluña, famoso por su espectacular ubicación. El pueblo se asienta sobre una impresionante pared basáltica de más de 50 metros de altura y casi un kilómetro de longitud, formada por dos coladas de lava superpuestas procedentes de la actividad volcánica de la zona. Se encuentra en la comarca de la Garrotxa, dentro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
Los orígenes de Castellfollit de la Roca están estrechamente ligados a su formación geológica. La pared basáltica, creada por la erosión de los ríos Fluvià y Toronell sobre los restos de coladas de lava volcánica, ofreció un emplazamiento naturalmente defensivo. Las primeras referencias documentales del castillo que daba nombre al lugar (Castell Follit) datan del siglo XIII. Durante la edad media, su posición estratégica fue crucial. A pesar de que el castillo original desapareció, el núcleo antiguo ha mantenido su estructura medieval, adaptada a la forma estrecha y alargada de la roca.
Es el elemento más distintivo del municipio. Esta pared vertical de roca basáltica, con columnas prismáticas perfectamente visibles, es el resultado de la acción de dos coladas de lava diferentes que se solidificaron hace miles de años. El mejor lugar para admirar la pared en todo su esplendor es desde el puente que cruza el río Fluvià o desde los miradores situados en la carretera de acceso.
Situada en el extremo de la pared, la Iglesia de Sant Salvador es uno de los puntos finales del núcleo antiguo. Aunque sus orígenes son románicos (siglo XIII), el edificio ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los siglos, especialmente después de la Guerra Civil Española. Actualmente, el campanario y la fachada son elementos destacados. El espacio que la rodea funciona como un mirador excepcional sobre el valle de los ríos Fluvià y Toronell.
El centro histórico de Castellfollit de la Roca se caracteriza por sus calles estrechas y sombrías, muchas de ellas construidas con materiales volcánicos. El recorrido por el núcleo antiguo permite apreciar la adaptación de la arquitectura popular al espacio limitado de la pared. La calle principal, que conduce hasta el mirador de la iglesia, es el eje central del pueblo.
Este mirador, dedicado al escritor ampurdanés, ofrece una de las vistas más impresionantes de la confluencia de los ríos Fluvià y Toronell y de la base de la pared. Es un punto esencial para entender la magnitud geológica del asentamiento.
Castellfollit de la Roca es la puerta de entrada nororiental al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. El entorno natural está marcado por la presencia de bosques de ribera a lo largo de los ríos Fluvià y Toronell, y por la geología volcánica. Hay varias rutas de senderismo y cicloturismo que conectan Castellfollit con otros puntos de interés del parque, como las rutas que siguen el antiguo trazado del tren de Olot (Vía Verde del Carrilet). La zona es también conocida por la Cantera de Castellfollit, una antigua explotación de basalto que permite observar de cerca la estructura interna de la colada de lava.
Castellfollit de la Roca es fácilmente accesible por carretera. Se encuentra directamente sobre la carretera N-260, que conecta Olot con Besalú. Desde Girona o Barcelona, el acceso principal es a través de la autovía A-26 (salida Olot/Besalú). El municipio no dispone de estación de tren, pero está bien conectado mediante líneas regulares de autobús que enlazan con Olot y otras poblaciones de la comarca.
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