Castellgalí es un municipio de la comarca del Bages, situado en la provincia de Barcelona. Se encuentra en una posición geográfica destacada, justo en la confluencia de los ríos Llobregat y Cardener. El municipio combina un núcleo urbano moderno con un rico patrimonio histórico y un entorno natural de gran interés paisajístico.
Los orígenes documentados de Castellgalí se remontan al año 972, cuando aparece mencionado por primera vez su castillo (Castrum Galindum) en documentos de donación. Durante la época medieval, el castillo fue el centro de una importante baronía y ejerció jurisdicción sobre el territorio circundante. La vida del municipio estuvo estrechamente ligada a la fortificación hasta su decadencia. A lo largo de los siglos, la economía ha evolucionado desde la agricultura y la ganadería hasta la industrialización, especialmente la textil, aprovechando la fuerza hidráulica del Llobregat.
Son los restos del antiguo castillo medieval que da nombre al municipio. Está situado en la cima de una colina que domina la confluencia de los ríos Llobregat y Cardener. Aunque actualmente se encuentra en ruinas, se pueden observar fragmentos de muros y la base de la antigua torre de defensa. Es un punto de interés histórico y ofrece una vista panorámica de la zona.
Situada cerca de los restos del castillo, esta es la antigua iglesia parroquial, documentada desde el siglo XII. Conserva elementos de estilo románico, aunque ha sufrido diversas modificaciones a lo largo del tiempo. Actualmente, se encuentra en desuso como templo, pero es un testimonio clave de la arquitectura medieval de la zona.
Es el actual templo parroquial del núcleo urbano. Fue construida en el siglo XVII, sustituyendo la antigua iglesia del castillo, que se había quedado pequeña y alejada del nuevo centro de población. Presenta un estilo barroco sencillo, típico de las construcciones religiosas de la época.
Puente de origen medieval que cruza el río Llobregat. Aunque ha sido restaurado y modificado, conserva su estructura original de piedra. Era un punto vital de comunicación para las rutas que conectaban el Bages con el sur.
Castellgalí se beneficia de su ubicación en el valle del Llobregat, justo donde recibe las aguas del Cardener. Esta confluencia crea un paisaje fluvial rico y diverso. El entorno natural es ideal para la práctica del excursionismo y el cicloturismo. Destacan las rutas que recorren los márgenes de los ríos y las que se adentran hacia los bosques de pinos y encinas de la sierra prelitoral. Una ruta popular es la que conecta los diversos puentes históricos de la zona.
Castellgalí es accesible principalmente por carretera. La vía principal que conecta el municipio es la C-55 (que une Manresa con Abrera). También se encuentra cerca del Eix Transversal (C-25), facilitando la conexión con el resto de Cataluña. Aunque el municipio no dispone de estación de tren propia, la proximidad a Manresa y Sant Vicenç de Castellet (con servicios de Rodalies y FGC) permiten el acceso mediante transporte público combinado (tren y autobús local).
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