El Catllar es un municipio de la comarca del Tarragonès, situado en la orilla izquierda del río Gaià, a pocos kilómetros al nordeste de la ciudad de Tarragona. Es conocido por su imponente castillo medieval que corona el casco antiguo y por su tranquilidad, ofreciendo un equilibrio entre la proximidad a la capital y la vida rural.
Los orígenes de El Catllar se remontan a la época medieval, ligados a la repoblación del Camp de Tarragona después de la conquista cristiana. El nombre proviene del latín castellare, haciendo referencia a la presencia de una fortificación. El Castillo de Catllar está documentado desde el siglo XI (1063) y fue un punto estratégico en la defensa de la línea del río Gaià. El municipio estuvo bajo el dominio de diversas estirpes nobles, como los Catllar, los Montoliu y los Vives, que ejercieron su poder desde la fortaleza. La economía tradicional ha estado históricamente basada en la agricultura, especialmente la viña, el olivo y los cereales.
Es el elemento arquitectónico más destacado y el símbolo del municipio. Documentado desde el siglo XI, el edificio actual es fruto de diversas reconstrucciones y modificaciones, especialmente en el siglo XVII. Aunque conserva elementos medievales, su apariencia actual es más propia de una gran casa señorial fortificada. El castillo es de propiedad privada y no es visitable interiormente, pero su silueta domina el paisaje y el casco antiguo.
Situada en el casco antiguo, esta iglesia fue construida a finales del siglo XVIII (1776-1780) en sustitución de la antigua iglesia románica. Presenta un estilo neoclásico con influencias barrocas. Destaca por su nave única y su fachada sencilla y elegante.
El conjunto de calles estrechas y empinadas que rodean el castillo y la iglesia mantiene la estructura medieval original. Pasear por el casco antiguo permite observar la arquitectura tradicional de la zona y disfrutar de las vistas sobre el valle del Gaià.
El Catllar está inmerso en un paisaje típicamente mediterráneo, con bosques de pino y garriga, y campos de cultivo. El elemento natural más importante es el río Gaià, que transcurre por el término municipal. La zona de ribera del Gaià ofrece un ecosistema rico y es ideal para la observación de aves y la realización de rutas de senderismo y cicloturismo. La proximidad a la desembocadura del río y su valle hacen de El Catllar un punto de partida excelente para explorar los caminos naturales del Tarragonès interior.
El Catllar es fácilmente accesible por carretera. Se encuentra muy cerca de la ciudad de Tarragona y de las principales vías de comunicación del Camp de Tarragona. El acceso principal se realiza a través de la carretera T-203, que conecta con la N-240 y la autopista AP-7 (salidas 33 o 34). La proximidad a Tarragona permite utilizar los servicios de transporte público y la estación de tren de alta velocidad (Camp de Tarragona) para conexiones de larga distancia.
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