Cornellà de Llobregat es un municipio clave de la comarca del Baix Llobregat, integrado plenamente en el Área Metropolitana de Barcelona. Situado en la orilla izquierda del río Llobregat, combina un importante legado histórico con una intensa actividad industrial y de servicios, ofreciendo al visitante puntos de interés que reflejan su evolución desde la época medieval hasta la actualidad.
La historia de Cornellà se remonta a la época romana, con evidencias de asentamientos rurales (el nombre podría derivar de Cornelianus). La primera referencia documental del municipio data del año 980. Durante la Edad Media, el Castillo de Cornellà ejerció un papel crucial en el control del territorio. Tradicionalmente, la economía se basaba en la agricultura de regadío gracias a la proximidad del río. No obstante, la gran transformación de Cornellà se produjo a partir del siglo XIX con la Revolución Industrial, que comportó la llegada de grandes industrias textiles y metalúrgicas, convirtiéndolo en un importante núcleo obrero y provocando un crecimiento demográfico exponencial durante el siglo XX.
Edificio emblemático de origen medieval, documentado desde el siglo XI. A pesar de las numerosas reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos, conserva elementos arquitectónicos de interés. Actualmente, el castillo es propiedad municipal y funciona como centro cultural, acogiendo exposiciones y eventos.
Templo parroquial situado en el centro histórico. El edificio actual es mayoritariamente de estilo neogótico, ya que fue reconstruido después de la destrucción sufrida durante la Guerra Civil Española. Destaca por su robusta estructura y su campanario.
Situado en la antigua Estación Elevadora de Aguas de Cornellà, es un magnífico ejemplo de arquitectura industrial modernista catalana, diseñado por el arquitecto Josep Amargós i Samaranch. Este museo interactivo explica la historia del suministro de agua en Barcelona y la evolución de la tecnología hidráulica.
Antigua residencia de la familia Mercader, el palacete es un edificio de estilo ecléctico que actualmente acoge el Museo de Can Mercader, dedicado a la historia local y a la vida de la burguesía catalana. Está rodeado por el Parque de Can Mercader, uno de los pulmones verdes más grandes del municipio, que incluye un lago y un tren en miniatura.
Cornellà de Llobregat se encuentra en una zona de transición entre el entorno urbano y el Parque Agrario del Baix Llobregat. Su elemento natural más destacado es el río Llobregat. El Parque Fluvial del Llobregat, que recorre la orilla del río, ofrece rutas de paseo y carril bici que conectan Cornellà con otros municipios vecinos y permiten disfrutar de la vegetación de ribera. Dentro del núcleo urbano, el Parque de Can Mercader y el Parque de la Ribera son los espacios verdes más relevantes para el ocio y el deporte.
Cornellà de Llobregat goza de una excelente red de comunicaciones que la conecta directamente con Barcelona y el aeropuerto. Se puede acceder fácilmente mediante:
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