Espolla es un municipio de la comarca del Alt Empordà, situado al pie de la Sierra de la Albera. Esta pequeña localidad se caracteriza por su rico patrimonio megalítico y por su tradición agrícola, destacando especialmente el cultivo de la viña y el olivo. Su entorno natural privilegiado la convierte en una puerta de entrada ideal al Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera.
Los orígenes de Espolla se remontan a la época prehistórica, tal como lo demuestra la abundante presencia de dólmenes y menhires en su término municipal. Documentalmente, la población es mencionada por primera vez en el año 983, bajo el nombre de Spedolia, en un precepto del rey Lotario. Durante la edad media, el pueblo estuvo bajo la jurisdicción del castillo local y posteriormente formó parte de la Baronía de Espolla. Su historia ha estado estrechamente ligada a la vida rural y a la protección de la frontera natural que supone la sierra de la Albera.
La iglesia de Sant Jaume es el principal edificio religioso del núcleo urbano. A pesar de que ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los siglos, conserva elementos de origen románico (siglos XII-XIII), especialmente visibles en su estructura y en algunos detalles de la fachada. El templo actual presenta una nave única con capillas laterales añadidas posteriormente.
Espolla es un punto clave para entender la cultura megalítica en Cataluña. Su término municipal acoge uno de los conjuntos de monumentos prehistóricos más importantes de la zona. Entre los más destacados se encuentran:
Del castillo medieval, documentado desde el siglo XIII, solo quedan algunos restos integrados dentro del núcleo urbano. Se pueden observar fragmentos de las antiguas murallas y cimientos que formaban parte de la defensa de la villa cerrada.
Espolla está inmersa en el paisaje de la Sierra de la Albera, que forma parte del Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera. Este entorno es conocido por su biodiversidad, especialmente por los alcornocales (bosques de alcornoques) y las encinas. Es un lugar ideal para el excursionismo y el cicloturismo, con numerosas rutas señalizadas que conectan los dólmenes, los antiguos caminos de trashumancia y los bosques. El término municipal también es atravesado por la riera de Espolla, un afluente del río Muga, que contribuye a la fertilidad de las tierras de cultivo, especialmente los olivos y las viñas que producen vinos de la DO Empordà.
Espolla es accesible principalmente por carretera. Se llega desde Figueres (la capital comarcal) tomando la carretera GI-602 y luego desviándose por carreteras locales. No dispone de estación de tren propia; la estación más cercana es la de Figueres, que ofrece conexiones regionales y de alta velocidad (AVE). La proximidad a la autopista AP-7 (salida 3, Figueres Nord) facilita el acceso desde el resto de Cataluña y Francia.
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