Flix es un municipio situado en la comarca de la Ribera d'Ebre, conocido principalmente por su espectacular meandro del río Ebro, uno de los más grandes de Cataluña, y por su importante historia industrial y estratégica. Su paisaje combina la ribera fluvial con las colinas de secano, ofreciendo un rico patrimonio natural e histórico.
La historia de Flix se remonta a la época ibérica, con asentamientos de los Ilercavones. Durante la dominación musulmana, fue conocida como Qalat Faliqs, una fortificación clave para controlar el tráfico fluvial. Tras la conquista cristiana por Ramón Berenguer IV (1154), la villa fue cedida a la Orden del Temple y, posteriormente, a la Orden de San Juan del Hospital. Su posición estratégica fue crucial en diversos conflictos, destacando su papel durante la Guerra Civil Española, ya que fue un punto neurálgico de la Batalla del Ebro. En el siglo XX, Flix experimentó un gran desarrollo industrial con la instalación de la central hidroeléctrica y la fábrica electroquímica.
Es la característica geográfica más destacada del municipio. El río Ebro dibuja aquí una vuelta casi completa, creando un paisaje fluvial único. Es un punto de observación privilegiado para entender la relación histórica y natural de la villa con el río.
Situado en lo alto de una colina que domina el meandro, el castillo tiene orígenes en la fortificación musulmana (Qalat Faliqs). Actualmente, se conservan restos de las murallas y estructuras defensivas que atestiguan su importancia estratégica a lo largo de los siglos. Ofrece vistas panorámicas de la población y el Ebro.
Templo de estilo barroco tardío, construido principalmente entre 1740 y 1760. Destaca por su robustez y su fachada. A pesar de los daños sufridos durante la Guerra Civil, ha sido restaurada y continúa siendo el centro religioso del núcleo antiguo.
Esta infraestructura, construida a principios del siglo XX, es un elemento fundamental del patrimonio industrial de Flix. La presa regula el caudal del río y la central ha sido clave para el desarrollo económico de la zona. Es un testimonio del aprovechamiento energético del Ebro.
Conjunto de calles estrechas y empinadas que conservan la estructura medieval y morisca. Pasear por el Barrio de la Vila permite descubrir rincones con encanto y edificios tradicionales, especialmente en la zona cercana a la iglesia y los restos del castillo.
Flix forma parte del Espacio de Interés Natural (EIN) de la Ribera d'Ebre. El entorno natural está marcado por el río Ebro, que aquí crea un ecosistema de gran valor ecológico, especialmente en las zonas húmedas y bosques de ribera. Es un punto importante para la observación de aves (ornitología). El municipio es atravesado por el GR 99 (Camino Natural del Ebro), una ruta de senderismo de largo recorrido que sigue el curso del río. También hay rutas locales que permiten explorar los secanos interiores y los miradores del meandro, como el conocido Mirador de la Presa.
Flix es accesible principalmente por carretera a través del Eje del Ebro (C-12), que conecta la zona con Tortosa y Lérida. También se puede llegar por ferrocarril, ya que el municipio dispone de una estación de tren que forma parte de la línea R15 de Rodalies de Catalunya, conectándola con Tarragona y Barcelona.
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