Gallifa es un pequeño y tranquilo municipio de la comarca del Vallès Occidental, situado en el extremo nordeste, limitando con el Moianès y el Vallès Oriental. Enclavado en la Sierra Prelitoral Catalana, destaca por su entorno natural montañoso, su baja densidad de población y la conservación de su patrimonio histórico ligado al castillo y a las antiguas masías.
El topónimo de Gallifa aparece documentado por primera vez en el año 990. La historia del municipio está íntimamente ligada al Castillo de Gallifa, que fue el centro de una baronía importante durante la época medieval. La parroquia de Sant Pere i Sant Feliu constituyó el núcleo religioso y social del término. A lo largo de los siglos, Gallifa mantuvo una economía rural basada en la explotación forestal, la agricultura de secano y la ganadería, conservando hasta hoy un carácter marcadamente rural y disperso.
Ruinas de un antiguo castillo medieval documentado desde el siglo X. Está situado en lo alto de un cerro rocoso, a 800 metros de altitud, y aunque solo quedan restos de muros y la base de la torre, ofrece unas vistas panorámicas excepcionales sobre el Vallès y el Moianès. El acceso requiere una pequeña excursión a pie.
Iglesia de origen románico, aunque el edificio actual es fruto de numerosas reformas, especialmente las realizadas durante los siglos XVII y XVIII, que le confirieron un aspecto barroco. Es el centro religioso del núcleo urbano de Gallifa.
Pequeña ermita románica situada muy cerca de las ruinas del castillo. Es un edificio sencillo, de una sola nave, que conserva elementos de su estructura original y es el punto de celebración de una romería popular anual.
Gallifa se encuentra inmersa en un paisaje de montaña típico de la Sierra Prelitoral Catalana, con grandes extensiones de bosques de pinos, encinas y robles. El término municipal es atravesado por la Riera de Gallifa, un afluente del río Tenes. El entorno es ideal para la práctica del senderismo y la BTT, con numerosas rutas que conectan con los municipios vecinos y permiten descubrir masías históricas y fuentes naturales. La proximidad al macizo de Sant Llorenç del Munt i l'Obac lo convierte en un punto de interés para los amantes de la naturaleza.
El acceso a Gallifa se realiza principalmente por carretera. Desde la C-59 (que conecta con Sabadell y Barcelona), es necesario tomar la carretera local BV-1243, que es la vía principal de acceso desde Sant Feliu de Codines o Castellterçol. Debido a su ubicación montañosa y su pequeño tamaño, el transporte público en autobús es limitado y no dispone de conexión ferroviaria directa. Se recomienda el uso de vehículo privado para visitar el municipio y su entorno.
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