Gisclareny es un municipio de la comarca del Berguedà, situado en el extremo norte de la provincia de Barcelona, encajado entre las sierras prepirenaicas. Se caracteriza por ser uno de los municipios con la población más dispersa de Cataluña, sin un núcleo urbano definido, formado principalmente por masías diseminadas en un entorno natural de gran belleza, dominado por el Parque Natural del Cadí-Moixeró.
Los orígenes de Gisclareny se remontan a la Alta Edad Media. La primera referencia documental conocida data del año 903, momento en que se consagra la iglesia de Sant Miquel de les Canals. El nombre del municipio proviene de la iglesia de Santa Maria de Gisclareny, que se convirtió en la parroquia principal. Históricamente, el territorio estuvo ligado a la Baronía de Pinós. Su historia ha estado marcada por el aislamiento geográfico y la vida rural basada en la ganadería y la explotación forestal, manteniendo su estructura de población dispersa hasta la actualidad.
Es la antigua iglesia parroquial del municipio. Aunque sus orígenes son románicos, el edificio ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de los siglos, especialmente durante el periodo barroco. Se encuentra en una ubicación elevada, ofreciendo vistas del entorno.
Esta pequeña iglesia románica es históricamente muy relevante, ya que es la primera documentada en el término (año 903). Conserva elementos de su estructura original, aunque ha sido restaurada. Es un ejemplo típico de la arquitectura religiosa rural del Berguedà.
No se ha encontrado información fiable sobre el estado actual de las ruinas o si son accesibles al público. Históricamente, se conoce la existencia de una fortificación medieval que controlaba la zona, pero hoy en día los restos son muy escasos y poco definidos.
Gisclareny es una puerta de entrada al Parque Natural del Cadí-Moixeró. Su territorio es extremadamente montañoso, dominado por bosques de pino negro, hayas y robles. El municipio limita con la imponente Sierra del Cadí, ofreciendo paisajes de alta montaña. Es un lugar ideal para el excursionismo y el senderismo. Diversos senderos señalizados, incluyendo tramos del GR 150 (Volta al Cadí), recorren el término, conectando con puntos de interés como el macizo del Pedraforca (situado cerca, en el municipio vecino de Saldes) y el valle de Gresolet. El río Aigua de Valls atraviesa parte de su territorio, contribuyendo a la riqueza hidrológica de la zona.
El acceso a Gisclareny se realiza principalmente por carretera desde la C-16 (Eje del Llobregat). Hay que tomar la desviación hacia la carretera B-400, que es una vía de montaña estrecha y sinuosa. La ruta más habitual es desde Guardiola de Berguedà o Bagà. Debido a su naturaleza dispersa, es imprescindible el uso de vehículo privado para visitar los diferentes puntos de interés del municipio.
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