Guissona es un municipio situado en el corazón de la comarca de la Segarra, en la provincia de Lleida. Es conocida por su importante legado histórico, especialmente por ser el emplazamiento de la antigua ciudad romana de Iesso, y por su dinámico centro urbano que combina tradición y modernidad.
Los orígenes de Guissona se remontan a la época ibérica, pero su máximo esplendor antiguo se alcanzó con la fundación de la ciudad romana de Iesso en el siglo I a.C. Iesso fue un importante núcleo de comunicaciones y comercio en la zona. Tras la caída del Imperio Romano, el núcleo evolucionó, consolidándose durante la Edad Media con la construcción de murallas defensivas y el establecimiento de un castillo (hoy desaparecido) y la iglesia parroquial, configurando el trazado del centro histórico actual.
Este museo es el punto central para entender la historia antigua del municipio. Contiene una importante colección de hallazgos arqueológicos procedentes de la excavación de la antigua ciudad romana de Iesso, incluyendo mosaicos, cerámicas, monedas y restos estructurales que ilustran la vida cotidiana y la organización urbana romana.
La Plaza Mayor es el corazón de Guissona, destacando por sus características soportales medievales que rodean el espacio. El casco antiguo conserva la estructura de villa cerrada, con calles estrechas y edificios de interés histórico, fruto de la expansión medieval dentro del recinto amurallado.
La actual Iglesia Parroquial de Santa María es un edificio de estilo neoclásico, construido principalmente en el siglo XVIII, que sustituyó a la antigua iglesia románica. Destaca por su gran fachada y su campanario. En el interior se conservan elementos artísticos de diversas épocas.
Todavía se pueden observar tramos de las antiguas murallas medievales que protegían la villa. El Portal de Gràcia es uno de los pocos accesos originales que se conservan del recinto amurallado, testimonio de la configuración defensiva de Guissona durante la Edad Media.
Guissona está inmersa en el paisaje típico de la Segarra, una comarca caracterizada por la llanura y el clima de secano. El entorno es predominantemente agrícola, dominado por los campos de cereales, especialmente trigo y cebada. El río Llobregós, afluente del Segre, atraviesa la zona. El entorno ofrece rutas de senderismo y cicloturismo de baja dificultad que permiten explorar el paisaje agrario y los pequeños núcleos rurales cercanos, aunque no hay grandes parques naturales o montañas destacadas en la cercanía inmediata.
Guissona es accesible principalmente por carretera. La vía más importante es la carretera L-310, que conecta directamente con la autovía A-2 (Barcelona-Lleida) cerca de Cervera. También es accesible a través de la C-14 (que conecta con Tàrrega y el sur). No dispone de estación de tren propia, siendo las estaciones más cercanas las de Cervera o Tàrrega, con servicios de autobús que conectan con Guissona.
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