La Garriga es un municipio de la comarca del Vallès Oriental, conocido por su rico patrimonio modernista, sus aguas termales y su ubicación estratégica en el valle del Congost, actuando como puerta de entrada al Parque Natural del Montseny.
Los orígenes de La Garriga se remontan a la época romana, con la presencia de una vía que conectaba Barcelona con el norte. El desarrollo medieval se centró alrededor de la antigua iglesia de Sant Esteve (La Doma). Sin embargo, el gran auge del municipio se produce a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se convierte en un importante centro de veraneo de la burguesía barcelonesa gracias a la llegada del ferrocarril y la fama de sus aguas termales. Este periodo propició la construcción de numerosas casas modernistas y novecentistas, definiendo el actual paisaje urbano.
Este barrio es el testimonio más visible de la época de esplendor del veraneo. Se concentran más de 150 edificios catalogados, muchos de ellos casas de veraneo modernistas diseñadas por arquitectos destacados como Joaquim Raspall. La ruta permite admirar ejemplos como la Casa Barbey, la Casa Illa, o la Casa Bassa.
Situada ligeramente fuera del núcleo urbano, La Doma es la antigua iglesia parroquial. Es un notable ejemplo de arquitectura románica (siglo XI) con importantes modificaciones góticas. Su cementerio anexo contiene sepulcros medievales y es un punto de interés histórico clave.
La actual iglesia parroquial, situada en el centro del pueblo, es principalmente de estilo gótico tardío, fruto de la reconstrucción y ampliación realizada entre los siglos XV y XVI, sobre una estructura anterior.
La Garriga es conocida por sus aguas termales, que brotan a una temperatura constante de unos 60ºC. Las Termas de Banys, a pesar de las sucesivas reconstrucciones, mantienen la tradición balnearia que impulsó el crecimiento y la fama del municipio como villa termal.
Este refugio, construido durante la Guerra Civil Española para proteger a los viajeros y al personal de la estación de tren, es un espacio musealizado que ofrece una visión de la vida cotidiana durante el conflicto.
La Garriga se encuentra en una posición privilegiada, en el valle del río Congost, que marca el límite occidental del término municipal. Su ubicación es la puerta de entrada suroeste al Parque Natural del Montseny (Reserva de la Biosfera), ofreciendo un entorno ideal para actividades al aire libre. Hay numerosas rutas de senderismo y BTT que se adentran hacia el Montseny, como la subida a Sant Cristòfol de Monteugues o los caminos que siguen el curso del Congost, conectando con el patrimonio natural y rural de la zona.
La Garriga es accesible por carretera principalmente a través de la C-17 (eje Vic-Barcelona). En cuanto al transporte público, dispone de una estación de tren de la línea R3 de Rodalies de Catalunya (L'Hospitalet de Llobregat - Puigcerdà), que ofrece conexiones directas y frecuentes con Barcelona y otros municipios del Vallès Oriental y Osona.
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