La Llacuna es un municipio de la comarca de l'Anoia, situado en el extremo sur, haciendo frontera con el Alt Penedès y el Alt Camp. Enclavado en la Sierra de Miralles, destaca por su paisaje montañoso, bosques frondosos y una tradición agrícola centrada en la viña y los cereales. Es un destino ideal para el turismo rural y de naturaleza, ofreciendo tranquilidad y un rico patrimonio histórico ligado a su castillo medieval.
Los orígenes de La Llacuna están estrechamente ligados al Castillo de Vilademàger, documentado desde el siglo X, que ejercía el control feudal sobre el valle y su población. El núcleo urbano actual se desarrolló posteriormente alrededor de la iglesia parroquial de Santa Maria. Durante la época medieval y moderna, la vida del municipio estuvo marcada por su función de paso y su economía agraria. A pesar de pertenecer administrativamente a l'Anoia, históricamente ha mantenido fuertes vínculos culturales y económicos con la región del Penedès.
Situado en lo alto de una colina que domina el paisaje, el Castillo de Vilademàger es el símbolo histórico del municipio. Actualmente se encuentra en ruinas, pero conserva restos significativos de la muralla y de la torre maestra. Junto al castillo se encuentra la ermita de Sant Pere de Vilademàger, y el conjunto ofrece unas vistas panorámicas excelentes del entorno natural.
La iglesia principal del pueblo, de estilo neoclásico, fue construida mayoritariamente en el siglo XVIII sobre los restos de un templo anterior de origen románico. Destaca por su fachada sencilla y su campanario. Es el punto central del núcleo antiguo.
Un importante centro de devoción local. Este santuario, situado a poca distancia del núcleo urbano, es un lugar de peregrinación y un punto de interés arquitectónico y religioso, especialmente venerado por los habitantes de la zona.
El centro histórico de La Llacuna conserva la estructura de callejones estrechos y casas de piedra que reflejan la arquitectura tradicional de montaña. Es un espacio ideal para pasear y observar los detalles de las construcciones antiguas y la vida rural.
La Llacuna está inmersa en un entorno natural privilegiado, dominado por la Sierra de Miralles, que forma parte de la Cordillera Prelitoral Catalana. El entorno es rico en bosques de pino y encina, y campos de cultivo, especialmente viñedos. Es un punto de partida para numerosas rutas de senderismo y BTT, incluyendo tramos que conectan con senderos de gran recorrido (GR). Un punto de interés natural es la zona de la Font Cuitora, conocida por sus aguas y el área de ocio que la rodea.
La Llacuna es accesible principalmente por carretera. La vía principal de acceso es la carretera BV-2131, que conecta con la C-37 (Eje Diagonal) y otras carreteras comarcales. Debido a su ubicación montañosa y relativamente aislada, el transporte público es limitado, siendo el vehículo privado la mejor opción para llegar y explorar el entorno. Se encuentra a unos 70 km de Barcelona y a unos 20 km de Igualada.
***Para solicitar cambios, debes iniciar sesión.