Linyola es un municipio situado en la comarca del Pla d'Urgell, en la provincia de Lleida. Caracterizado por su paisaje eminentemente llano y agrícola, dominado por el cultivo de cereales y árboles frutales, Linyola ofrece un ambiente tranquilo y rural, conservando elementos arquitectónicos de interés histórico y religioso.
Los orígenes documentados de Linyola se remontan a la época de la Reconquista. El nombre aparece mencionado por primera vez en el año 1079, cuando el lugar formaba parte de los dominios del Condado de Urgell. Tras la conquista cristiana, el territorio fue repoblado y fortificado. Durante la Edad Media, Linyola estuvo bajo la jurisdicción de diversos señores, incluyendo la familia Linyola, que dio nombre al linaje. Su historia está estrechamente ligada al desarrollo agrícola de la llanura de Lleida, especialmente tras la construcción del Canal d'Urgell en el siglo XIX, que transformó radicalmente su entorno económico.
Esta es la edificación más destacada del núcleo urbano. La iglesia de Santa María presenta una estructura principal de estilo gótico tardío, aunque ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los siglos. Destaca su fachada, que incorpora elementos barrocos, y su campanario. Es el centro de la vida religiosa y un punto de referencia arquitectónico del municipio.
La Torre de Linyola es un vestigio de la antigua fortificación medieval del pueblo. Aunque el castillo original desapareció, esta torre de defensa se conserva parcialmente y sirve como testimonio de la importancia estratégica que tuvo el núcleo durante la época feudal. Actualmente, se encuentra integrada en el tejido urbano.
Cal Magre es una casa señorial de interés arquitectónico, representativa de la arquitectura civil catalana de la época moderna. Aunque es de propiedad privada, su fachada y estructura destacan dentro del conjunto del centro histórico de Linyola.
Linyola está inmersa en la llanura fértil del Pla d'Urgell, una zona modelada por la agricultura de regadío gracias al Canal d'Urgell. El entorno natural es típicamente estepario y agrícola, con campos de cereales, frutales y forrajes. Aunque Linyola no tiene grandes montañas, su proximidad a zonas húmedas de interés, como el Estany d'Ivars i Vila-sana (a pocos kilómetros), la sitúa en un área de interés ornitológico. El entorno es ideal para rutas de cicloturismo y senderismo suave que recorren los caminos rurales y las acequias del canal.
Linyola es accesible principalmente por carretera. Se encuentra comunicada por la carretera C-53, que conecta con Tàrrega y Balaguer. Su proximidad a la capital de comarca, Mollerussa, facilita el acceso desde la autovía A-2 (Barcelona-Lleida) y la autopista AP-2. No dispone de estación de tren propia, siendo la estación de Mollerussa la más cercana para conexiones ferroviarias.
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