Lluçà es un municipio de la comarca de Osona (históricamente parte del Lluçanès), situado en el altiplano que da nombre a la subcomarca. Se caracteriza por ser un territorio de población dispersa, con un paisaje dominado por bosques y campos de cultivo, y por la conservación de un rico patrimonio románico, siendo la Canónica de Santa Maria su punto neurálgico.
La historia de Lluçà se remonta a la alta edad media, estando documentada por primera vez en el año 905 con la mención de la iglesia de Santa Maria. El término creció alrededor del Castillo de Lluçà, que se convirtió en el centro del poder feudal de la baronía de Lluçà, una de las más importantes de la Cataluña central. Durante el siglo XII, la fundación de la Canónica Agustiniana de Santa Maria consolidó la importancia religiosa y cultural del lugar. La jurisdicción de Lluçà mantuvo su relevancia hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX.
Este es el monumento más emblemático del municipio y uno de los conjuntos románicos más destacados del Lluçanès. La canónica, fundada en el siglo XII, conserva la iglesia románica, que alberga un retablo gótico y pinturas murales. Su claustro, de pequeñas dimensiones pero gran valor artístico, es un ejemplo notable del románico catalán. El conjunto está declarado Bien Cultural de Interés Nacional.
Situado justo al lado de la canónica, el Castillo de Lluçà fue el centro de la baronía. Actualmente, se conservan principalmente los restos de la muralla y algunas estructuras defensivas. Su posición elevada ofrece una excelente vista panorámica sobre el altiplano del Lluçanès.
Situada en el núcleo de Vilar, esta iglesia parroquial es otro ejemplo del románico local. Conserva su estructura original, con un ábside semicircular y un campanario de torre. Ha sido objeto de diversas reformas a lo largo de los siglos, pero mantiene la esencia de la arquitectura religiosa medieval.
Pequeña iglesia románica, documentada desde el siglo XI, que forma parte del patrimonio disperso del municipio. Es un ejemplo de la arquitectura rural de la época, con una nave única y un ábside semicircular.
Lluçà está inmerso en el entorno natural del altiplano del Lluçanès, una zona caracterizada por su altitud media (unos 900 metros) y un paisaje de transición entre la llanura de Vic y las sierras prepirenaicas. El entorno es ideal para el turismo rural y las actividades al aire libre. Abundan los bosques de roble y pino, y las rutas de senderismo y BTT que conectan las masías históricas y las iglesias románicas. El municipio es atravesado por diversos torrentes que forman parte de la cuenca de la riera de Lluçà.
Lluçà es un municipio con una red viaria basada en carreteras locales y comarcales. El acceso principal se realiza por la carretera BV-4601, que lo conecta con Prats de Lluçanès, y por la C-62. Dada su ubicación rural y la dispersión de la población, el uso del vehículo privado es casi imprescindible para visitar los diferentes puntos de interés. No dispone de servicio ferroviario ni de conexiones regulares de autobús con grandes centros urbanos.
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