Palafrugell es un municipio del Baix Empordà conocido por ser el centro económico de la comarca interior y, a la vez, por acoger algunos de los núcleos costeros más emblemáticos de la Costa Brava: Calella de Palafrugell, Llafranc y Tamariu. La villa combina un rico patrimonio histórico ligado a la industria corchera con la belleza natural de sus calas y su entorno mediterráneo.
Los orígenes de Palafrugell se remontan a la época medieval, desarrollándose alrededor de la iglesia parroquial de Sant Martí. El casco antiguo conserva la traza de una villa amurallada, a pesar de que las murallas fueron derribadas mayoritariamente en el siglo XIX. La historia moderna de Palafrugell está intrínsecamente ligada a la industria del corcho (tapera), que experimentó su auge entre los siglos XIX y principios del XX, convirtiendo la villa en uno de los centros productores de tapones de corcho más importantes del mundo. Esta actividad modeló profundamente su economía, su arquitectura y su sociedad.
La iglesia parroquial de Sant Martí es el corazón histórico de la villa. El edificio actual es mayoritariamente de estilo gótico tardío y renacentista, construido principalmente entre los siglos XVII y XVIII, sustituyendo la antigua iglesia románica. Destaca su fachada y el campanario.
Ubicado en la antigua fábrica de corcho Can Mario, este museo es un referente mundial en la conservación y difusión del patrimonio industrial corchero. Ofrece un recorrido por la historia, la técnica y la cultura asociada a la extracción y transformación del corcho, material clave para la identidad de Palafrugell.
Esta torre de agua modernista, situada junto al Museo del Corcho, es un símbolo arquitectónico de la villa. Fue construida para suministrar agua a la fábrica y es un ejemplo destacado de la arquitectura industrial de principios del siglo XX.
Situados cerca de Calella de Palafrugell, estos jardines botánicos y arquitectónicos son uno de los espacios más visitados de la Costa Brava. Creados por el coronel ruso Nicolai Woevodsky y la aristócrata inglesa Dorothy Webster, combinan una gran variedad de especies vegetales con esculturas y un castillo. Son la sede de un prestigioso festival de música de verano.
A pesar de ser barrios de Palafrugell, cada uno tiene una identidad propia. Calella destaca por sus bóvedas y su ambiente marinero tradicional; Llafranc, por su puerto deportivo y el Faro de Sant Sebastià; y Tamariu, por ser la cala más pequeña y recogida, con un encanto rústico.
Palafrugell se encuentra en una zona de transición entre el macizo de Les Gavarres y la costa. El entorno natural está dominado por bosques de pinos y alcornoques, especialmente en la zona interior. La principal atracción natural es su línea de costa, que forma parte del Camí de Ronda. Este sendero litoral permite recorrer a pie las calas y acantilados que conectan Calella, Llafranc y Tamariu, ofreciendo vistas espectaculares del Mediterráneo. El Faro de Sant Sebastià, situado entre Llafranc y Tamariu, es un punto elevado ideal para observar el paisaje costero.
Palafrugell es accesible principalmente por carretera. La vía principal de acceso es la C-31, que conecta la villa con Palamós, la Bisbal d'Empordà y Girona. No dispone de estación de tren propia; la estación de tren más cercana con servicios de alta velocidad es Girona. Hay servicios regulares de autobús (operados por compañías como Sarfa/Moventis) que conectan Palafrugell con las principales ciudades catalanas, incluyendo Barcelona y Girona, así como con sus núcleos costeros.
***Para solicitar cambios, debes iniciar sesión.