El Prat de Llobregat es un municipio situado en la comarca del Baix Llobregat, conocido principalmente por ser la puerta de entrada a Cataluña, ya que acoge el Aeropuerto de Barcelona-El Prat Josep Tarradellas. Su identidad, sin embargo, está profundamente ligada al Delta del Llobregat, un espacio natural protegido de gran valor ecológico, y a su tradición agrícola, destacando la producción de la Alcachofa Prat y el pollo de raza Pota Blava.
Los orígenes de El Prat de Llobregat se remontan a la época medieval, cuando la zona era una extensa llanura deltaica formada por los sedimentos del río Llobregat, caracterizada por marismas y tierras de cultivo. La población se estableció inicialmente alrededor de la iglesia de Sant Pere. Durante siglos, la economía fue eminentemente agrícola. El gran crecimiento demográfico y urbanístico se produjo en el siglo XX, impulsado por la industrialización y, sobre todo, por la construcción y expansión de las grandes infraestructuras de comunicación, como el puerto y el aeropuerto, que transformaron radicalmente el paisaje y la economía local.
A pesar de ser una zona de alta densidad de infraestructuras, El Prat conserva uno de los espacios naturales más importantes de Cataluña. El Delta del Llobregat es una zona húmeda protegida, esencial para la migración de aves. Incluye varios itinerarios señalizados que permiten observar lagunas (como el Estany de la Ricarda o el Remolar), pinares litorales y playas vírgenes. Es un punto clave para la ornitología.
La iglesia parroquial, dedicada a Sant Pere i Sant Pau (San Pedro y San Pablo), es el centro histórico y religioso del municipio. El edificio actual data principalmente del siglo XX, ya que el anterior fue destruido durante la Guerra Civil Española. Destaca por su arquitectura sobria y su importancia como punto de referencia cívico.
Ubicado en la Torre Balcells, una antigua masía, el Museo del Prat es el centro de interpretación de la historia local. Ofrece exposiciones permanentes sobre la evolución del territorio, la vida en el delta, la tradición agrícola y el impacto de las grandes infraestructuras en el municipio.
Edificio emblemático situado en la Plaça de la Vila. Es un ejemplo de arquitectura civil de principios del siglo XX, con elementos modernistas y novecentistas, que refleja la época de crecimiento y consolidación del municipio.
Antigua masía que actualmente acoge el Museo del Prat. Es uno de los pocos ejemplos de arquitectura rural histórica que se conservan en el núcleo urbano, testimonio de la antigua actividad agrícola de la zona.
El entorno natural de El Prat de Llobregat está dominado por el Pla del Delta. El río Llobregat, que desemboca en el Mediterráneo, es el eje vertebrador del paisaje. Además de los espacios protegidos del Delta, el municipio ofrece rutas de senderismo y cicloturismo que recorren los márgenes del río y las zonas agrícolas (las llamadas "tierras de cultivo del Prat"). La playa del Prat, con sus dunas y la Pineda de Can Camins, es un espacio naturalizado que contrasta con la proximidad de la ciudad y las infraestructuras.
El Prat de Llobregat está extremadamente bien comunicado gracias a su proximidad a Barcelona y a sus infraestructuras clave:
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