Rubió es un municipio de la comarca de l'Anoia, situado en el extremo noroeste de la provincia de Barcelona. Se caracteriza por su paisaje montañoso, formando parte de la Sierra de Rubió, y por su población dispersa en masías y pequeños núcleos. Es un destino ideal para el turismo rural, el senderismo y el descubrimiento del patrimonio románico y medieval.
Los orígenes de Rubió se remontan a la época medieval, con las primeras referencias documentales datadas en el siglo XI. El núcleo histórico se desarrolló alrededor del castillo y la iglesia parroquial de Sant Pere. Durante siglos, la vida del municipio estuvo estrechamente ligada a la jurisdicción feudal del castillo. Su historia es la de un territorio eminentemente rural, basado en la agricultura de secano y la ganadería, manteniendo su estructura tradicional hasta la actualidad.
Los restos del Castillo de Rubió, documentado desde el año 1082, se encuentran en lo alto de una colina junto a la iglesia parroquial. Actualmente, solo se conservan fragmentos de los muros y la base de la torre de defensa. A pesar de su estado ruinoso, su ubicación ofrece una vista panorámica excelente sobre el término municipal y la Sierra de Rubió.
Es la iglesia parroquial del municipio, de origen románico (siglo XI-XII), aunque ha sufrido diversas modificaciones posteriores. Destaca por su sencillez arquitectónica, típica del románico rural catalán. Está situada justo al lado de los restos del castillo, formando el núcleo histórico principal de Rubió.
Esta ermita o santuario, también de estilo románico, es uno de los puntos de referencia religiosa y cultural del municipio. Está documentada desde el siglo XIII y se encuentra en un entorno natural aislado. Es un lugar tradicional de peregrinación y encuentros populares.
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Rubió está inmerso en la Sierra de Rubió, un espacio natural de interés paisajístico y ecológico. El entorno está dominado por bosques de pino y encinar, con una orografía accidentada que favorece la práctica de actividades al aire libre. El municipio es atravesado por diversas rutas de senderismo (GR) y cicloturismo que permiten explorar sus bosques y masías dispersas. La zona es conocida por la tranquilidad y la baja contaminación lumínica.
El acceso a Rubió se realiza principalmente por carretera. El municipio se encuentra relativamente aislado de las grandes vías de comunicación, requiriendo el uso de carreteras locales. La vía más habitual es acceder desde Igualada (la capital de comarca) a través de la carretera C-37 o por la C-241c, siguiendo después por carreteras secundarias que conducen a los diferentes núcleos y masías de Rubió.
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