Sant Cugat del Vallès es un municipio de la comarca del Vallès Occidental, situado en el área metropolitana de Barcelona. Destaca por su rico legado histórico, centrado alrededor de su imponente monasterio medieval, y por su excelente calidad de vida, gracias a su proximidad con el Parque Natural de la Serra de Collserola.
Los orígenes de Sant Cugat se remontan a la época romana, cuando existía un asentamiento conocido como Castrum Octavianum. La historia del municipio está intrínsecamente ligada al martirio de Sant Cugat (Cucuphas), un cristiano que fue ejecutado en este lugar en el siglo IV. El desarrollo clave se produce a partir del siglo IX con la fundación del Monasterio Benedictino de Sant Cugat, que se convirtió en uno de los centros monásticos más poderosos e influyentes de la Cataluña medieval, ejerciendo un control feudal extenso sobre el territorio circundante. Tras la desamortización del siglo XIX, el pueblo creció lentamente, transformándose en el siglo XX en un importante núcleo residencial y de servicios, manteniendo su carácter histórico.
Es el símbolo indiscutible de la ciudad y uno de los conjuntos monásticos más importantes de Cataluña. Su origen se remonta al siglo IX, aunque la estructura actual combina elementos románicos y góticos. Destaca especialmente su magnífico claustro románico (siglo XII), considerado una joya de la escultura medieval catalana, con 144 capiteles esculpidos que narran escenas bíblicas y motivos vegetales y animales. La iglesia, de grandes dimensiones, presenta un ábside románico y una nave gótica.
Esta estructura medieval, situada sobre la riera de Sant Cugat, es un excelente ejemplo de la arquitectura civil de transición entre el románico y el gótico (siglo XIV). Construido con piedra, servía para conectar el monasterio con las tierras de cultivo y los caminos hacia Barcelona. Está formado por tres arcos de medio punto.
Edificio emblemático de estilo modernista, diseñado por el arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia e inaugurado en 1911. Aunque ya no funciona como mercado municipal, su estructura de hierro y ladrillo visto lo convierte en un punto de interés arquitectónico destacado en el centro urbano.
Ubicado dentro del recinto monástico, el museo acoge diversas colecciones que explican la historia del monasterio y la vida cotidiana de los monjes, así como piezas de arte sacro y elementos arqueológicos encontrados en la zona.
Sant Cugat del Vallès goza de una ubicación privilegiada, ya que gran parte de su término municipal forma parte del Parque Natural de la Serra de Collserola, considerado el pulmón verde del área metropolitana de Barcelona. Esta proximidad ofrece numerosas oportunidades para el excursionismo, el ciclismo de montaña y el contacto con la naturaleza. Rutas populares incluyen el acceso a la Carretera de les Aigües o los caminos que llevan al Tibidabo. El municipio está atravesado por diversas rieras, como la Riera de Sant Cugat, que a pesar de ser de caudal estacional, definen el paisaje local.
Sant Cugat del Vallès está excelentemente conectado con Barcelona y el resto de la comarca. El medio de transporte más utilizado es el tren, a través de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), con las líneas S1 (Terrassa) y S2 (Sabadell), que ofrecen un acceso rápido y frecuente al centro de Barcelona (Plaça Catalunya). Por carretera, es accesible mediante la autopista AP-7, la C-16 (Túneles de Vallvidrera) y la B-30.
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