Sant Feliu de Buixalleu es un municipio de la comarca de la Selva, situado en el extremo suroeste, haciendo frontera con el macizo del Montseny y las Guilleries. Se caracteriza por ser un municipio de poblamiento muy disperso, formado principalmente por masías y pequeños núcleos, sin un centro urbano compacto, lo que le confiere un carácter eminentemente rural y natural.
Los orígenes del municipio se remontan a la época medieval. El nombre de Buixalleu (o Buxalido) aparece documentado ya en el siglo X. Históricamente, el territorio estuvo fuertemente vinculado a la Baronía de Montsoriu, uno de los centros de poder más importantes de la Cataluña Vieja. La población se desarrolló alrededor de las parroquias rurales, como Sant Feliu y Sant Iscle de Gaserans, manteniendo su estructura dispersa hasta la actualidad.
Templo románico del siglo XI, considerado uno de los elementos patrimoniales más destacados del municipio. Conserva elementos de su estructura original, incluyendo el ábside semicircular y el campanario de torre. Se encuentra en el núcleo de Gaserans, uno de los sectores históricos de Sant Feliu de Buixalleu.
La iglesia principal del municipio, dedicada a Sant Feliu. Aunque el edificio actual ha sufrido modificaciones y reconstrucciones a lo largo de los siglos, su origen es medieval y sirve como centro religioso del término municipal.
Aunque el castillo propiamente dicho se encuentra en el límite de varios municipios vecinos, el término de Sant Feliu de Buixalleu forma parte del antiguo dominio de la Baronía de Montsoriu. Las rutas de acceso y los caminos históricos que recorren el municipio están estrechamente ligados a esta importante fortificación gótica.
Sant Feliu de Buixalleu se encuentra en una zona de transición privilegiada entre el Macizo del Montseny (Reserva de la Biosfera) y la Sierra de les Guilleries, ofreciendo un paisaje de gran valor ecológico. El término municipal es rico en bosques de encinas, robles y castaños. Esta ubicación lo convierte en un punto ideal para la práctica del senderismo y la BTT, con numerosas rutas señalizadas (como tramos de PR y GR) que permiten explorar el entorno natural. El territorio es drenado por diversas rieras y torrentes que forman parte de la cuenca de la Tordera.
Sant Feliu de Buixalleu es accesible principalmente por carretera. Se encuentra cerca del eje viario C-35 y de la salida de la autopista AP-7 (salida 9, Hostalric/Breda). La comunicación se realiza mediante carreteras locales (como la GI-552) que conectan los diferentes núcleos dispersos con poblaciones vecinas como Hostalric, Breda y Riells i Viabrea. Dada su naturaleza dispersa, es recomendable el uso de vehículo privado para explorar el término municipal.
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