Sant Miquel de Fluvià es un pequeño y tranquilo municipio situado en la comarca del Alt Empordà, en la provincia de Girona. Enclavado en la llanura ampurdanesa, el pueblo es conocido principalmente por su impresionante monasterio benedictino, que constituye su núcleo histórico y patrimonial más relevante.
Los orígenes de Sant Miquel de Fluvià están intrínsecamente ligados a la fundación de su monasterio. Las primeras referencias documentales del cenobio benedictino datan del siglo X (año 947), cuando era conocido como Sant Miquel de la Roca. A lo largo de la Edad Media, el monasterio adquirió una gran importancia religiosa y económica en la zona, convirtiéndose en el centro de la vida del pequeño núcleo urbano que se fue formando a su alrededor. Aunque perdió su función monástica en el siglo XV, la iglesia mantuvo su uso parroquial, preservando así su valor arquitectónico e histórico hasta la actualidad.
Esta es la joya arquitectónica del municipio. Se trata de una iglesia románica de tres naves, con una cabecera de tres ábsides y un transepto destacado. El edificio actual data principalmente de los siglos XI y XII. Destaca especialmente su campanario, de planta cuadrada y estilo románico lombardo, que se alza majestuoso sobre la llanura ampurdanesa. La iglesia conserva elementos escultóricos de interés y es un ejemplo notable del románico catalán.
El pequeño núcleo urbano se desarrolla alrededor del monasterio. A pesar de ser modesto, conserva la estructura de un pueblo tradicional ampurdanés, con calles estrechas y casas de piedra que reflejan la historia del lugar. Es ideal para un paseo tranquilo y para apreciar la integración de la arquitectura civil con la religiosa.
Sant Miquel de Fluvià se encuentra inmerso en la llanura del Alt Empordà, una zona caracterizada por campos de cultivo, paisajes abiertos y una orografía suave. El municipio toma parte de su nombre del río Fluvià, que transcurre cerca, aunque no toca directamente el núcleo urbano. Este entorno plano es perfecto para la práctica de cicloturismo y rutas de senderismo de baja dificultad, permitiendo a los visitantes explorar la riqueza agrícola y los pequeños bosques de ribera característicos de la zona.
Sant Miquel de Fluvià es accesible principalmente por carretera. Se encuentra cerca de la salida 4 (Figueres/L'Escala) de la autopista AP-7. El acceso directo se realiza a través de carreteras locales, como la GIV-623, que conecta el municipio con la N-II y otras vías principales del Alt Empordà. La proximidad a Figueres (a unos 15-20 minutos en coche) facilita el acceso a servicios más amplios y a la estación de tren (AVE/Cercanías).
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