Santa Maria de Miralles es un municipio de la comarca de la Anoia, caracterizado por un territorio extenso y una población muy dispersa, sin un núcleo urbano compacto definido. Su paisaje es eminentemente rural y forestal, dominado por la sierra de Miralles, y su principal atractivo reside en su rico patrimonio histórico medieval, especialmente su castillo y las iglesias románicas asociadas.
Los orígenes de Santa Maria de Miralles se remontan a la época medieval, estando estrechamente ligados a la construcción y dominio del Castillo de Miralles. Las primeras referencias documentales del castillo datan del año 960, cuando era propiedad de los condes de Barcelona. A lo largo de los siglos, el castillo y su parroquia asociada fueron el centro de la vida social y administrativa del término, pasando por diversas manos nobiliarias. La historia del municipio es la historia de su fortaleza, que mantuvo su importancia estratégica hasta la baja edad media.
Situado en la cima de una colina, el Castillo de Miralles es el símbolo histórico del municipio. Actualmente se encuentra en estado de ruina consolidada, pero conserva elementos significativos de su estructura medieval, incluyendo restos de la muralla y la base de la torre maestra. Su ubicación ofrece unas vistas panorámicas excepcionales sobre la comarca de la Anoia y la sierra de Miralles. Está documentado desde el siglo X.
Esta iglesia parroquial, de origen románico, se encuentra justo al lado de las ruinas del castillo. Ha sido modificada y restaurada a lo largo de los siglos, pero conserva elementos de su estructura original. Es el centro espiritual histórico del municipio y da nombre a la localidad. Su ubicación aislada y elevada le confiere un gran encanto.
Antigua parroquia sufragánea, también de origen románico, situada en otro núcleo disperso del término municipal. A pesar de las modificaciones posteriores, mantiene la estructura de una sola nave y un ábside semicircular, típicos de la arquitectura románica rural catalana. Es un ejemplo de la dispersión de los asentamientos históricos de la zona.
El municipio se compone de varios núcleos y urbanizaciones dispersas, como La Romaneta (donde se encuentra el ayuntamiento moderno), Can Costa, y el núcleo histórico del Castillo. Recorrer estos pequeños asentamientos permite entender la idiosincrasia rural y la baja densidad de población de la zona.
Santa Maria de Miralles forma parte de la Sierra de Miralles, un espacio natural de la Cordillera Prelitoral Catalana. El entorno es predominantemente forestal, con bosques de pino blanco y encinas, y un paisaje de cultivos de secano, especialmente viñedo y cereales. La zona es ideal para la práctica del excursionismo y el cicloturismo, con numerosos caminos rurales y rutas señalizadas que conectan los diferentes núcleos y los puntos de interés histórico, como la ruta que sube al Castillo de Miralles.
Santa Maria de Miralles es accesible principalmente por carretera. Se llega desde Igualada o Vilanova del Camí a través de carreteras locales como la BV-2201, que conecta con la C-15 (Eje Diagonal) y la A-2. Dada su naturaleza dispersa, es imprescindible el uso de vehículo privado para visitar los diferentes puntos de interés, ya que el transporte público es muy limitado o inexistente entre los núcleos.
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