Tagamanent es un municipio de la comarca de Osona, situado en el extremo sur, formando parte integral del macizo del Montseny y del Pla de la Calma. Se caracteriza por ser un municipio de población muy dispersa, sin un núcleo urbano definido, basado en masías tradicionales y un entorno natural excepcional, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La historia de Tagamanent está estrechamente ligada a su castillo y a la iglesia de Santa Maria, documentados desde finales del siglo X (concretamente el año 993). Durante la época medieval, el Castillo de Tagamanent fue un punto estratégico de vigilancia sobre el valle del Congost. La vida municipal se ha desarrollado tradicionalmente alrededor de las masías dispersas que conforman su territorio, manteniendo una fuerte identidad rural y montañesa, muy marcada por su ubicación dentro del macizo del Montseny.
La iglesia parroquial, de origen románico, está situada en la cima de la montaña, a 1.055 metros de altitud, junto a los restos del castillo. Ha sido reformada a lo largo de los siglos, pero conserva elementos históricos importantes. Es un punto de interés no solo por su valor patrimonial sino también por las vistas panorámicas que ofrece sobre el Pla de la Calma y la comarca de Osona.
Los pocos restos que quedan del antiguo castillo medieval se encuentran adyacentes a la iglesia de Santa Maria. A pesar de ser ruinas, el lugar es un punto de interés histórico fundamental para entender los orígenes del municipio y su función defensiva en época feudal.
Todo el término municipal forma parte de esta subcomarca natural. Se trata de una altiplanicie de alta montaña caracterizada por prados, bosques de haya y roble, y masías históricas que mantienen la arquitectura tradicional catalana. Es un espacio ideal para la observación de la naturaleza y el paisaje.
Tagamanent es uno de los municipios que integran el Parque Natural del Montseny, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. El entorno es ideal para el ecoturismo y las actividades al aire libre. El Pla de la Calma ofrece numerosas rutas de senderismo y BTT, incluyendo tramos del sendero de Gran Recorrido GR 5, que permiten explorar los bosques y las cimas de la zona. La fauna y la flora son típicas de la montaña media mediterránea y centroeuropea.
Tagamanent es accesible principalmente por carretera. La vía más habitual es desde la C-17 (Eje del Congost), tomando la salida hacia Aiguafreda y siguiendo por la carretera BV-5301 o BV-5303, que asciende hacia el Pla de la Calma. Dada la dispersión del municipio y la falta de transporte público frecuente hasta los puntos de interés más altos, se recomienda el uso de vehículo privado para la visita.
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