Tortosa es la capital de la comarca del Baix Ebre, situada estratégicamente a orillas del río Ebro. Es una ciudad con un legado histórico profundo, que abarca desde la época ibérica y romana (Dertosa) hasta el esplendor medieval y renacentista, siendo un centro cultural y eclesiástico clave en Cataluña.
Los orígenes de Tortosa se remontan a la antigua Dertosa ibérica y romana. Tras la caída del Imperio Romano, fue un importante obispado visigodo. Durante el periodo islámico (Turtusha), fue un reino de taifa y un centro cultural destacado. La ciudad fue reconquistada por Ramón Berenguer IV en 1148, convirtiéndose en un punto neurálgico de la Corona de Aragón. Su momento de máximo esplendor se vivió durante el Renacimiento, época de la que se conservan edificios monumentales, y mantuvo su importancia estratégica hasta las guerras modernas.
Magnífico templo gótico iniciado en el siglo XIV sobre los restos de una antigua mezquita y una catedral románica. Destaca su fachada barroca, su interior de tres naves y el claustro. En su interior se encuentra el Museo de la Catedral y el importante Archivo Capitular.
Fortaleza imponente que corona la colina que domina la ciudad y el río Ebro. De origen ibérico, fue la sede del poder durante la época islámica y posteriormente real. Actualmente, parte de sus dependencias acogen el Parador Nacional de Turismo de Tortosa.
Conjunto arquitectónico renacentista del siglo XVI, considerado uno de los más importantes de Cataluña. Está formado por el Colegio de Sant Jaume y Sant Maties (con su espectacular Patio de Sant Jaume), el Colegio de Sant Domènec y la Iglesia de Sant Domènec. Fueron fundados para la educación de los moriscos conversos.
Edificio gótico civil del siglo XIV, notable por su capilla y su patio interior. Es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura gótica en la ciudad.
El centro de la ciudad conserva un trazado medieval con calles estrechas y rincones históricos. El Barrio Judío de Tortosa, uno de los más antiguos de Cataluña, es testimonio de la importante comunidad judía que residió en la ciudad hasta 1492.
Tortosa es la puerta de entrada natural al Parque Natural dels Ports, una sierra calcárea con una gran riqueza paisajística y faunística (destaca la cabra montés ibérica). Este entorno ofrece numerosas rutas de senderismo y BTT. Además, la ciudad está íntimamente ligada al río Ebro, que permite actividades fluviales y cicloturismo (como la Vía Verde de la Vall de Zafán). El Delta del Ebro, con sus arrozales y zonas de humedales, se encuentra a poca distancia, siendo un espacio ideal para la observación de aves.
Tortosa está bien comunicada por carretera, accesible principalmente a través de la autopista AP-7 (salida 41) y la carretera nacional N-340. La carretera C-12 (Eje del Ebro) la conecta con el interior de Cataluña. Dispone de una estación de tren (RENFE) con servicios de media y larga distancia que la conectan con Barcelona, Valencia y otros puntos de la península.
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