Tossa de Mar es una de las localidades más emblemáticas de la Costa Brava, conocida internacionalmente por su impresionante recinto amurallado medieval, la Vila Vella. Esta población combina un rico patrimonio histórico con un entorno natural de calas y bosques, convirtiéndola en un destino turístico de primer orden.
Los orígenes de Tossa de Mar se remontan a la época romana, con la presencia de la importante Villa Romana dels Ametllers (antigua Turissa), que fue un centro agrícola y residencial entre los siglos I a.C. y V d.C. Durante la Edad Media, la población se concentró alrededor del cerro, y la necesidad de protección contra los ataques piratas llevó a la construcción de la muralla de la Vila Vella entre los siglos XII y XIV. Tossa vivió un periodo de prosperidad como puerto y, posteriormente, se convirtió en un refugio para artistas e intelectuales a principios del siglo XX, ganándose el sobrenombre de "Azul de Tossa".
Es el símbolo de Tossa de Mar. Este recinto amurallado, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, es el único ejemplo de población medieval fortificada que se conserva prácticamente intacto en el litoral catalán. La muralla data del siglo XII-XIV y conserva siete torres de vigilancia cilíndricas, destacando la Torre d'en Joanàs y la Torre del Rellotge.
Situado en el punto más alto de la Vila Vella, el faro actual fue construido en 1917 sobre los restos del antiguo castillo medieval. Ofrece vistas panorámicas espectaculares de la costa y alberga el Centro de Interpretación de los Faros del Mediterráneo.
Fundado en 1935, es uno de los primeros museos de arte contemporáneo de Cataluña. Su colección incluye obras de artistas que formaron parte de la "Colonia de Artistas" que se estableció en Tossa durante los años 30, como Marc Chagall o André Masson, además de una sección arqueológica con hallazgos de la Villa Romana dels Ametllers.
Este yacimiento arqueológico, situado en la parte alta del núcleo urbano, es uno de los más importantes de la Tarraconense. Se pueden observar los restos de la parte rústica (dedicada a la producción de vino y aceite) y la parte urbana (residencial), con termas y mosaicos.
Construida en el siglo XVIII, esta iglesia de estilo neoclásico y barroco tardío sustituyó a la antigua iglesia de la Vila Vella. Destaca su fachada y el campanario.
Tossa de Mar está rodeada por el Macizo de les Cadiretes, una formación montañosa que llega hasta el mar, creando un paisaje de acantilados, calas escondidas y bosques de pinos y encinas. Este entorno es ideal para la práctica del senderismo. El famoso Camí de Ronda (que forma parte del GR-92) atraviesa el municipio, ofreciendo rutas costeras que conectan Tossa con Sant Feliu de Guíxols al norte y Lloret de Mar al sur, permitiendo descubrir calas vírgenes como Cala Giverola o Cala Pola.
El acceso principal a Tossa de Mar es por carretera. La vía más conocida es la GI-682, que la conecta con Lloret de Mar y Sant Feliu de Guíxols. Esta carretera de la costa es famosa por sus vistas espectaculares, a pesar de ser sinuosa. También se puede llegar desde el interior por la C-35. Tossa de Mar no dispone de estación de tren; las estaciones más cercanas son Blanes o Girona. Hay servicios regulares de autobús (operados principalmente por Sarfa) que conectan Tossa con Girona, Barcelona y otras poblaciones costeras.
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