Vilabella es un municipio situado en la comarca del Alt Camp, en la provincia de Tarragona. Enclavado en una zona de tradición agrícola, principalmente dedicada al cultivo de la viña y el olivo, destaca por su casco antiguo de origen medieval y su proximidad a la cuenca del río Gaià. Es un pueblo tranquilo que conserva la esencia rural catalana.
Los orígenes documentados de Vilabella se remontan al siglo XII. La primera referencia escrita data de 1173, cuando el rey Alfonso I (el Casto) cedió el lugar a Pere de Vilabella, de donde proviene el nombre del municipio. Posteriormente, el término pasó a formar parte de la jurisdicción del Monasterio de Santes Creus, manteniéndose bajo su influencia hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX. El crecimiento demográfico y urbanístico más significativo se produjo en el siglo XVIII, momento en el que se construyó la actual iglesia parroquial.
Este es el edificio religioso más importante del municipio. Fue construida entre 1770 y 1774, sustituyendo la antigua iglesia románica. Presenta un estilo neoclásico con elementos barrocos tardíos. Destaca su fachada sencilla y su campanario de planta cuadrada.
Del castillo medieval, que fue el centro del señorío, solo quedan algunos restos integrados dentro del núcleo urbano. La parte más visible y conservada es la llamada Torre del Castillo, que testimonia la antigua fortificación y su importancia estratégica durante la época medieval.
Situada en las afueras del núcleo urbano, esta pequeña ermita es un punto de referencia devocional y paisajístico. Es el lugar donde tradicionalmente se celebra la romería en honor a la Mare de Déu del Roser.
El centro histórico de Vilabella conserva un trazado de calles estrechas e irregulares, típico del urbanismo medieval. Pasear por él permite observar casas antiguas y detalles arquitectónicos tradicionales de la zona del Alt Camp.
Vilabella se encuentra inmersa en un paisaje típicamente mediterráneo, dominado por campos de cultivo, especialmente viñedos (pertenecientes a la DO Tarragona) y olivos. El municipio está situado en la cuenca del río Gaià, aunque el río no pasa directamente por el núcleo urbano, su influencia marca la orografía y la vegetación de la zona. El entorno ofrece diversas rutas de senderismo y cicloturismo que conectan Vilabella con otros pueblos del Alt Camp y permiten disfrutar del paisaje agrícola y forestal.
Vilabella es accesible principalmente por carretera. La vía más importante que la conecta es la carretera C-51, que une Valls con El Vendrell. También es accesible desde la autopista AP-2 (salida Valls), desde donde se puede tomar la C-51 en dirección a El Vendrell. No dispone de estación de tren propia, siendo Valls o Tarragona las estaciones más cercanas con servicio de Cercanías o Larga Distancia.
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