Vilafranca del Penedès es la capital de la comarca del Alt Penedès y un centro neurálgico de la cultura vitivinícola catalana. La ciudad destaca por su rico patrimonio histórico, con importantes edificios góticos y modernistas, y por ser uno de los puntos de referencia más importantes en la tradición castellera de Cataluña.
Los orígenes de Vilafranca se remontan al siglo XII, cuando fue fundada como villa franca (libre de impuestos feudales) para favorecer el repoblamiento tras la conquista cristiana. Su posición estratégica, cruce de caminos entre Barcelona y Tarragona, propició un rápido crecimiento. Durante la Edad Media, Vilafranca adquirió una gran relevancia política, llegando a ser sede de las Cortes Catalanas en diversas ocasiones. El Palacio Real es testimonio de esta época de prosperidad e influencia real.
Esta iglesia, de estilo gótico catalán, es uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad. Su construcción se inició en el siglo XIII y destaca por su nave única y la ausencia de contrafuertes interiores. En su interior se encuentra el panteón de la familia real catalana, donde fueron enterrados algunos miembros de la dinastía como Pedro el Grande.
Ubicado principalmente en el histórico Palacio Real, el Vinseum es un museo dedicado a la historia, el arte y la cultura del vino en Cataluña. El museo ofrece un recorrido por la evolución de la viticultura en el Penedès y alberga colecciones de arqueología, arte y etnografía relacionadas con el mundo del vino.
La Plaza de la Vila es el corazón social y cívico de Vilafranca. Está rodeada de edificios de interés, incluyendo el Ayuntamiento y diversas casas modernistas. El conjunto histórico que la rodea conserva calles estrechas y edificios medievales, especialmente alrededor de la Basílica, que reflejan la antigua estructura de la villa.
Antiguo claustro del convento de Sant Francesc, que data del siglo XIII. A pesar de las modificaciones posteriores, conserva elementos góticos y es un espacio de tranquilidad en el centro de la ciudad.
Vilafranca del Penedès está completamente rodeada por el paisaje característico de la depresión del Penedès, dominado por la extensión de viñedos que conforman la Denominación de Origen Penedès. El entorno es ideal para el turismo enológico, ofreciendo numerosas rutas señalizadas para cicloturismo y senderismo que conectan la ciudad con masías históricas y bodegas. Aunque no hay grandes montañas inmediatas, la proximidad al Macizo del Garraf y a la costa ofrece opciones de excursiones a poca distancia.
Vilafranca del Penedès goza de una excelente accesibilidad. Por carretera, es accesible a través de la autopista AP-7 (salida 28) y la carretera nacional N-340. En cuanto al transporte público, la ciudad dispone de una estación de tren que forma parte de la línea R4 de Rodalies de Catalunya, conectando directamente con Barcelona y otros municipios importantes del área metropolitana.
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