Vilanova de la Barca es un municipio situado en la comarca del Segrià, en la provincia de Lleida, conocido por su ubicación estratégica en la llanura agrícola y su historia ligada al río Segre. El municipio, que sufrió una destrucción casi total durante la Guerra Civil Española, destaca hoy por su arquitectura de posguerra y su tranquilidad rural.
Los orígenes de Vilanova de la Barca se remontan a la época medieval, con su fundación ligada a un punto de paso fluvial (la "barca") sobre el río Segre, esencial para las comunicaciones entre Lleida y Balaguer. Tras la Reconquista, formó parte de la Baronía de Vilanova. El hecho histórico más determinante para el municipio fue su práctica destrucción durante la Batalla del Segre (1938) en el marco de la Guerra Civil. El pueblo antiguo fue arrasado y posteriormente reconstruido casi íntegramente por el Servicio Nacional de Regiones Devastadas, dándole el aspecto actual.
La iglesia original, de estilo gótico, fue destruida durante la Guerra Civil. El edificio actual es una reconstrucción de posguerra, inaugurada en el año 1950, que mantiene la ubicación del antiguo templo. Presenta una arquitectura funcional propia de la época de la reconstrucción, pero es el centro espiritual y social del municipio.
El Pont Vell (Puente Viejo), que daba acceso al pueblo, fue dinamitado durante la guerra. Actualmente, se pueden observar los restos de los pilares originales cuando el nivel del agua del Segre es bajo. Este lugar es un punto de interés histórico y paisajístico, testimonio de la importancia fluvial del municipio.
El centro de Vilanova de la Barca es un ejemplo claro de la arquitectura de reconstrucción de la década de 1940 y 1950. A pesar de no ser un núcleo histórico medieval, su diseño urbanístico y los edificios uniformes representan un patrimonio histórico único ligado a la memoria de la guerra civil en Cataluña.
Vilanova de la Barca se encuentra inmersa en la llanura del Segrià, caracterizada por un paisaje agrícola intensivo, dominado por los campos de frutales (manzana, pera, melocotón). El río Segre es el elemento natural más destacado, ofreciendo un corredor biológico importante. El entorno es ideal para rutas de senderismo y cicloturismo de baja dificultad que recorren los caminos rurales y los terraplenes del río, permitiendo disfrutar de la tranquilidad de la huerta leridana.
Vilanova de la Barca es accesible principalmente por carretera. La vía más importante es la C-13, que conecta Lleida con Balaguer, pasando muy cerca del núcleo urbano. Desde Lleida capital, se puede llegar en pocos minutos. También hay servicios de autobús interurbano que conectan el municipio con otras poblaciones del Segrià y la Noguera.
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